El desnivel de la inmersión es progresivo desde los 5 metros, y debe su nombre a un saliente rocoso de la Isla del Fraile que se sumerge sugiriendo la forma de una cresta. La profundidad máxima de la inmersión variará dependiendo de varios factores, pero por lo general alcanza los 18- 20 metros.

La geomorfología de la zona muestra una pared con muy poca pendiente, con grandes bolos de piedra y derrumbes, terminando en una llanura de detrítico costero. Esta inmersión se realiza a lo largo de la pared y entre los bolos de roca, estando flanqueada por el oeste por una gran pradera de Posidonia Oceánica y por el sur por la llanura de arena. Por su orientación hacia el oeste, se encuentra resguardada de los frentes de levante predominantes en la zona. Tampoco presenta otras dificultades como corrientes o grandes desniveles.

En cuanto a las comunidades biológicas que podremos encontrar en esta inmersión destacan gran cantidad de algas como padina pavonica, asparagopsis armata y halopteris fillicina. Dentro de la fauna fácil de observar podemos encontrar esponjas, anémonas, poliquetos, erizos y gran cantidad de peces: rascacios, morenas, vaquillas, salpas, mojarras, castañuelas, doncellas y fredis o gitanos. Dependiendo de la época podremos encontrar meros, dentones, espetones e incluso diferentes tipos de rayas. Podemos sentirnos orgullosos de decir que en los últimos años, hemos tenido la suerte de, en alrededor del 90% de las ocasiones, ver caballitos de mar, tanto hembras como machos, estos últimos en diferentes estados de gestación.